Es casi imposible que el nombre de Taylor Swift haya pasado desapercibido en el último año. Esta icónica cantante y compositora se ha convertido en un fenómeno global. El domingo pasado, Swift cerró en Vancouver, Canadá, la gira que hizo historia, rompió récords de ventas e impulsó las economías locales de casi todo el mundo.

Si algo define a Taylor Swift es su capacidad inigualable para reinventarse y sorprender al mundo. Desde sus inicios a los 16 años, donde destacó con el country contemporáneo y el teen pop, hasta su evolución hacia géneros como el pop y el folk, la cantante ha demostrado una maduración musical. Su habilidad para desafiar las expectativas la ha llevado a convertirse en la segunda artista más premiada de la historia de los Billboard Music Awards y a obtener 14 premios Grammy, un logro reservado solo para los grandes.

Su último logro, The Eras Tour, rompió récords históricos. Con una duración de 21 meses y más de 10 millones de asistentes, la gira alcanzó ingresos de $2,077,618,725 de dólares en venta de boletos, consolidándose como un fenómeno cultural y financiero sin precedentes en la industria del entretenimiento.

Gran parte del fenómeno Taylor Swift radica en su devoto y apasionado ejército de seguidores: los swifties, una marea imparable de fans que han convertido cada paso de la cantante en un evento viral. Los conciertos de The Eras Tour se extendieron al mundo digital, donde las redes sociales como Instagram y TikTok jugaron un papel crucial. En cuestión de segundos, los momentos más emblemáticos de los conciertos se viralizaron, y no fue raro ver transmisiones en vivo de más de tres horas del concierto final en Vancouver, donde algunos fans lograron reunir a más de 85,000 usuarios conectados.

Taylor Swift ha logrado algo que pocos artistas pueden alcanzar: trascender los límites de la música para convertirse en un fenómeno cultural comparable a las leyendas más grandes de la historia del entretenimiento. Comparada con gigantes como Michael Jackson, Madonna y Los Beatles. Ha sido una de las figuras que ha marcado el antes y después de sus respectivas industrias y aún faltan muchas “eras” por venir. ¡Felices 35, Taylor Allison Swift!