Bárbara Mori aprendió a encajar en su propio mundo
La actriz protagoniza la cinta Mistura que se presentó en el Festival Internacional de Cine de Morelia, sobre la historia de Norma Piet.
La resiliencia de las mujeres, presente en tantas historias del cine, refleja una fuerza que desafía los límites impuestos por la sociedad y las circunstancias personales. En Mistura, esta capacidad de reconstruirse tras la adversidad se refleja en el viaje de Norma Piet, quien, al perder todo lo que creía indispensable para su felicidad, encuentra en sí misma una fuerza desconocida, tal como su intérprete, Bárbara Mori, lo hizo en algún momento de su vida.
“Cuando me ofrecieron este personaje dije: ‘Wow, que increíble’. Unos dicen que uno escoge a los personajes, otros dicen que los personajes te escogen a ti, yo pienso que hay un poquito de las dos. Creo que me toca hablar de esos temas; cuando leí el guion y cuando Ricardo de Montreuil, el director, me platicó sobre la historia, definitivamente me sentí muy conectada con el personaje”, explicó Mori, previo a la función de Mistura en el FICM.
“Soy una mujer que ha tratado de pertenecer a una sociedad, de encontrar un lugar, ser aceptada y tratar de encajar en ese molde que la sociedad me ha permitido ser, hasta que descubrí el amor por mí. Y una vez que descubres el amor por ti, ya no necesitas tratar de encajar en ningún lado porque tú encajas en tu propio mundo. Y estas mujeres (las de Mistura) son así”, agregó, respecto a su conexión con la historia ubicada en los años 60.
A través de este proceso de autodescubrimiento, el personaje encarna la experiencia de tantas mujeres que al enfrentar desafíos como el divorcio, la pérdida o la soledad, renacen más fuertes, redefiniendo su identidad y su propósito de vida.
“Hay algo de mi historia personal que atrae a este tipo de personajes; creo que Norma es una mujer que nos invita a todas las mujeres a soltar nuestras creencias limitantes e ir en busca de quién somos”.
El rodaje de Mistura, realizado hace un par de años en Perú, significó una reunión muy especial para Mori y de Montreuil, quienes no trabajaban juntos desde La mujer de mi hermano, película que los unió hace más de 20 años.
“Siempre quisimos volver a trabajar juntos. Hace poco me dijo: ‘Quiero hacer una historia inspirada en mujeres como mi abuela y mi madre, en la sociedad limeña de los años 60. Me encantaría que seas tú”, compartió Mori.
Uno de los retos que enfrentó fue el manejo del acento peruano, pero lo aceptó con entusiasmo, porque “soy muy buena con los acentos. El peruano es súper difícil. Estudié tres meses con un coach, Óscar Beltrán, fue una experiencia muy enriquecedora”.
Bárbara Mori se preparó no solo para capturar la forma de hablar, sino también para comprender el contexto social e histórico de la Lima de esa época.
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